Es “una idea radical de dibujo, una aventura, una misión de exploración geográfica, una disciplina, una línea donde se juntan Arte y Vida”. Se trata de un viaje en el cual van recorriendo de forma interrumpida este paralelo. Mediante fotografías documentan su paso por diferentes países hasta completar la vuelta al mundo a través de los paisajes en los que van colocando (cada 100 km aproximadamente) unas placas metálicas con el título del proyecto que surgió como una idea de experimento científico, pero acabó marcado por la aleatoriedad y el azar. El paralelo terrestre al que hace referencia el título pasa por Francia, Italia, Croacia, Serbia, Rumanía, Ucrania, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán, China, Mongolia, Japón, EEUU y Canadá, construyendo un archivo fotográfico que ofrece un panorama de lo múltiple y lo diverso.