La obra “Factum est (lo que ya pasó)” es un catálogo de maravillas compuesto por seres posibles e hipotéticos, producto de la combinación de fragmentos de diferentes especies de animales. Se encuentra entre la huella, el vestigio y la prueba oficial; entre el testimonio legítimo y el terreno del arte, el del simulacro y el de la apariencia.
El ojo cíclope del escáner sirve como herramienta para documentar las partes, que se superponen y se combinan utilizando técnicas digitales para ser impresas con tintas UV sobre placas de cristal, un proceso posfotográfico que alude a lo científico y deja paso a lo asombroso. Este bestiario se archiva cuidadosamente en una caja de madera que le aporta un aspecto escultórico.