En este singular tríptico, Natividad Bermejo analiza el concepto de “escala” como elemento definitorio, a nivel tanto físico como metafísico, de gran parte de su producción. Para ello, la artista adopta distintas perspectivas de una objetividad casi científica, emulando por sus propias características a la fotografía microscópica y telescópica –en ese constante juego entre lo “macro” y lo “micro”–. La oposición de contrarios es una constante en la obra de Bermejo, como queda patente en estas imágenes: la frialdad empírica del acercamiento al objeto entra en conflicto con la poética de las imágenes representadas. El resultado es un onírico universo repleto de referencias a la cosmología y a lo azaroso de la existencia, fruto de un proceso de construcción narrativo y formal que responde a una suerte de ritual o conjuro tan ligado a la tradición gallega.